La correcta operación de los sistemas agroalimentario depende en buena medida de los entornos en los que estos se desarrollan.
En materia ambientes los sistemas agroalimentarios requieren y se relacionan fuertemente con los ecosistemas, los cuales prestan un conjunto de servicios clave como son los servicios de regulación como la calidad del agua, la regulación del clima, el control de la erosión, el control de enfermedades y la purificación del agua. Por su parte, los servicios de soporte se relacionan con los procesos ecológicos necesarios para el sostenimiento de los demás servicios como son la formación del suelo, el hábitat para las especies, el ciclo de nutrientes y la producción de alimentos.
Las condiciones de las comunidades y sus territorios son factores determinantes en el desempeño de los sistemas agroalimentarios. Elementos clave como son el nivel de educación, la localización geográfica y niveles de aglomeración y conectividad de estas comunidades inciden en los patrones de consumo de alimentos. La prácticas y costumbres culturales, la composición demográfica de la población son elementos que afectan el tipo de alimentos y la forma como se consumen.
Por lo tanto, este eje temático se orienta a proporcionar un mejor y mayor entendimiento de este tipo de relaciones desde diversas disciplinas del conocimiento. Este mayor entendimiento debe ser la base para políticas e instrumentos que apunten a los logros de la Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible que tienen una expresión en los entornos rurales.